Craie Studio: su taller en Casablanca, guardián de su crecimiento “suave y controlado”
“Llamamos a la marca Craie Studio por el lado creativo y efímero de la tiza, por la idea de reinventarse también”, explica Camille Levai, cofundadora de la marca de artículos de cuero para mujer Craie Studio. Una marca con productos prácticos, modulares y contemporáneos, que lanzó en 2012 con su socio Sébastien Germès.
Es en Casablanca, en Marruecos, donde la pareja vive desde hace mucho tiempo, donde los artículos de marroquinería firmados por Craie Studio cobran vida, en su propio taller de fabricación en el que trabajan cuarenta personas: "Es nuestro laboratorio creativo", afirma Camille Levai, subrayando que el lugar vio nacer modelos para otras marcas antes de dedicarse por completo a la fabricación de piezas firmadas por Craie Studio.
Porque Craie Studio se ha hecho un buen hueco en el panorama de las marcas independientes de marroquinería francesas. Si los fundadores se mantienen discretos sobre los resultados económicos de su sello, Craie Studio está presente en 250 puntos de venta, 80 de ellos en Francia, su principal mercado por delante de España o Bélgica, y genera el 15% de sus ventas a través de su sitio.
"Somos completamente independientes y cultivamos un crecimiento suave y controlado. A veces decimos a nuestros agentes: '¡ Trabajad bien pero no demasiado rápido! ', bromea Camille Levai. Además, el hecho de ser también productor ofrece una gran libertad en términos de creación y producción Por ejemplo, no imponemos pedidos mínimos.
Desarrollo de productos reciclables.
Sébastien Germès y Camille Levai son emprendedores de corazón. En 2008, ya habían creado Easy Peasy, una marca de zapatillas de piel para niños vendida al grupo Noël y que hoy opera bajo el paraguas de Spartoo .
Hoy en día, el dúo se centra cada vez más en reducir los residuos en la cadena de producción. Durante el Covid, el socio marroquí que fabricaba los zapatos Craie cesó su actividad. Luego, Sébastien Germès empezó a trabajar en zapatos biodegradables.
Así nació hace tres temporadas en su taller una sandalia, fabricada principalmente con celulosa reciclada, corcho y crepé natural. "Para el invierno todavía no hemos conseguido un producto que se adapte a nosotros", especifica Camille Levai.
La marca también ha lanzado una línea de bolsas 100% algodón disponibles en una decena de colores. Pronto deberían seguir diez más para la primavera. Una forma de ofrecer productos fácilmente reciclables, con precios de entrada más accesibles. Una riñonera de la línea Wear Wash Love cuesta unos 70 euros, frente a los 180 euros de media de un bolso de piel.